- "Doctor, doctor, ¿qué es lo que me pasa?. ¿Por qué me siento así?"
- "Usted lleva mucho tiempo de farra en sitios envidiables. Usted tiene mucho alcohol en vena y no lo está reponiendo porque vuelve usted a la normalidad, a la rutina.
Eso se llama DEPRESIÓN POSTVACACIONAL, en toda regla".
Esa es la afirmación que el médico me haría. Por eso... ni lo piso...
Casi una semana en Miami. Con sol, arena blanca, aguas azules, cerveza, ron y calor, mucho calor.
La combinación perfecta para hacer de 5 días unas vacaciones inolvidables, mucho más si las rodeas de buena gente, risas y diversión.
En principio, sólo íbamos a estar en la playa cogiendo sol y bebiendo, ya luego nuestros planes, como siempre, comenzaron a desvariar un poco. Primero pensamos en pasar un día en Las Bahamas, para poder presumir luego, pero el barco desde Miami era un poco caro, así que lo desechamos. Lo que sí hicimos, fue ir a ver la reserva de Everglades, la típica en la que están las barcas éstas con un gran ventilador y van muy rápido sobre el agua. Pues esas. Allí vimos unos animalillos verdes, grandes y con 80 razones para no tocarlos (40 arriba y 40 abajo): CAIMANES.
También nos alquilamos un coche junto con unos amigos que hicimos, y nos fuimos hasta el punto más sur de La Florida (y de todo USA): KEY WEST. Islas en medio del mar azul, con manglares y algún que otro tiburón...
Hablando de tiburones... igual que en las películas, nos estábamos bañando en Miami, cuando de repente la gente comenzó a salir del agua, mientras gritaban "¡¡TIBURÓN!!¡¡TIBURÓN!!". Menos mal que salí rápido, porque al poquito vi la sombra del puto escualo a apenas 3 metros de la orilla... Es lo que se llama "terapia de choque", a quien le tiene miedo a esos bichos, los ve en primer plano y en vivo.
Aún así, nos fuimos a hacer buceo a un arrecife de coral, como los de los documentales de la 2. Y allí, me tropecé con otro puto escualo... y este tenía cara de pocos amigos el cabrón...
Yo me quiero regresar a Miami, a las playas gigantes, al mar azul y cálido, a las palmeras, al calor, a la música latina, al ron, a la buena gente... aún a riesgo de perder una pata en el agua...
